Ya no quiero verte mas a mi lado
No no Ya no quiero verte mas a mi lado
Vete ya no quiero verte más a mi lado
Estaba tan tranquilo, estaba en mi ciudad natal junto con mi familia, y me saliste ahí, nomas ahí, solamente ahí. Nos parecimos lindos y comenzamos a llevarnos mas y mas y mas. Nos fuimos dejando llevar y dejando que nos gustáramos (Me). El día que te mi te enamores, yo, voy a ser feliz y con puro amor, te protegeré y será un honor, dedicarme a ti, eso quiera Dios (No quiso)
Prometes y prometes y luego me prometes
Y nada, y nada
Prometes y prometes y luego me prometes
Y no cumplirás.
Y nada, y nada
Prometes y prometes y luego me prometes
Y no cumplirás.
Cada quien en su casa, cada quien en su ciudad, pero el mismo destino en común. La gran ciudad, donde al acabarse el invierno nos encontraríamos. Lo prometiste, lo juraste ¿Ahora que hago con tantas promesas sin cumplir? ¿Dónde las tiro? ¿Hay algún centro de acopio y reciclaje? Tu recuerdo es una foto gris, que las olas van difuminando.
Por que eres un lobo
Un lobo que siempre ha vestido piel de oveja
Que todo maneja a su propia conveniencia
Que engañas y buscas rincones para amar
Un lobo que siempre ha vestido piel de oveja
Que todo maneja a su propia conveniencia
Que engañas y buscas rincones para amar
Me dijiste que la monogamia no era para ti, pero que tu interés seguía en mi ?????? Que lo ibas a intentar y que no se que, tantas mentiras que yo sabia que eran eso, mentiras, pero guiado por la falsa y masoquista idea de "Luchar" por tu relación, me quede ahí, como menso, esperando que cambiaras, por que según tu, lo ibas a hacer. Mentiras.
Me equivoque, lo sé
En serte siempre fiel
me equivoqué también, lo sé
en darte tanto amor.
Cuatro semanas, cuatro, un mes, veintiocho días, un chingo de horas y chingo mas de minutos. Te dedique ese tiempo tan fiel, tan quieto, tan devoto a tu amor, que me entro la curiosidad que siempre entierra mis relaciones pero me quita la venda de las mismas. Me dijiste que para ti, un beso, una foto desnudo, un sexteo, un cachondeo, no era infidelidad, el sexo, a veces. Tres no se me hace legal. Sacado de pedo y mas sacado de mi burbuja de amor, llegamos a la conclusión de que lo nuestro no iba mas. Pero acordamos, prometimos, juramos, hicimos el compromiso, el deber, el voto de intentarlo de nuevo en la gran ciudad. Mentiras, tu me enamoraste a base de mentiras, tu me alimentaste siempre de mentiras, que estúpido que siempre te creí.
Que sueño si
Para enamorarme basta una hora
Pasa ligera
La maldita primavera
Pasa ligera
Me hace daño solo a mi.
Tu me dejaste de querer en un tronido de dedos, en un amanecer. Me dejaste de querer mas rápido que cuando un cigarro se apaga al pisarse. A ti te tomo un segundo y a mi una etapa. En la gran ciudad, no supe nada de ti, eras como un fantasma que merodeaba solamente por ahí, como un cameo que a nadie le gusta, aparecías en mi facultad, en el centro, en mi cabeza. Me hubiera encantado dedicarte mi audición del personaje con el que me quede, pero no. NO. Simplemente no. No fue, no es y no será. Mi optimismo no es tan cínico. Mi rey era un monstruo de piedra.
Como hubiera querido que el sentimiento al verte en la gran ciudad fuera ¿Cómo te va, mi amor? Pero el sentimiento iba mas para la impotencia, para el enojo y la tristeza. Tan difícil es decir Déjame vivir, por que no me comprendes que tu y yo, no no no no no tenemos ya, mas nada que decirnos, solo adiós, así es que déjame y vete ya.
Las cosas pasan, el hielo se derrite y las flores se secan, ya no me dueles, pero lo hiciste. Ya no te extraño, pero te extrañé. Ya no te quiero, pero te quise
el desapego como experiencia empírica suele dejar una serie de elementos particulares en lo más profundo de nuestras identidades activas y pasivas. es muy padre ver resultados del encapsulamiento de esos sentires (ligados al desapego, precisamente) en prosas literarias (como estas, que remiten a lx lectorx a una triangulación entre la identidad y el desapego, a través de la mentira).
ResponderBorrarlas mentiras contemporáneas que justamente el mundo cisheteronormado impone, con cada vez más frecuencia, a la persona que busca apegos mediante verdades (subjetivas).