Un lugar a un lado de Marte.

Tantas experiencias y tan poquito tiempo.

Comenzó como un coqueteo de mi parte, que se vio frustrado por mi buena actitud y carisma. Terminó siendo mi amigo.
Teníamos tan poco en común, que admiro que nuestra amistad haya durado apresar de esto.

Aun recuerdo cuando en plena llamada. A la salida de la escuela. Mis 50 pesos de saldo se habían agotado contigo.
He estado contigo cuando me necesitaste y aunque tu has estado un poco mas ausente, la verdad tus consejos son una bofetada de realidad.
La noche donde te pedí un oportunidad y el día que por mis pedos mentales te solté. Quedaron grabados.
El día que te hablé por un gran fracaso amoroso, fuiste de gran utilidad para mí. Ahora cuando alguien me pregunta sobre el tema, siempre les digo lo que tu me dijiste "¿Que esperabas? Ya pasó mucho tiempo, obvio no iba a volver contigo".

Aunque no todo era caramelo.
Noches donde toda mi histeria la soltaba inmerecidamente contra ti.
Noches donde me encabronaba por que veías memes en vez de oír mis pesares.
Noches donde sacabas a relucir todos mis miedos en una sola llamada.

Ni que decir de cuando nos peleábamos.
Te lo reconozco, era muy lindo cuando tu eras el que intentaba arreglar la cosas contestándome mis historias, creo yo, que era una forma de enfriar las cosas después del incendio.

Esta entrada esta dedicada para agradecer a ese gran amigo que fuiste para mi.
Y aunque actualmente estamos muy distantes. Te sigo teniendo dentro de mi corazón.